Roberto estaba haciendo la cena en su apartamento, en por la ventana entraba el sonido de la lluvia y el olor a humedad. Al poco llamaron a la puerta, pero no pulsando el timbre, sino golpeando directamente. Roberto apagó el fogón, se quitó el delantal y fue a abrir. Era Alicia, estaba con el pelo alborotado cayéndole sobre la cara, toda mojada.
- Alicia ¿Qué haces aquí?
- Yo…
- Y así. ¿No tienes paraguas? Te has puesto toda chorreando. Anda pasa, voy a traerte una toalla.
- No sabía dónde ir.(dijo cabizbaja ella al sentarse)
- ¿Pero qué te ha pasado?(preguntó dándole la toalla)
- Yo, es que…
- A ver cuéntame(susurró Roberto apartándole delicadamente el pelo de la cara)
- No, no. (dijo ella sujetándole la mano)
- Déjame que te vea.
- No quería que…
- ¿Quién cojones te ha hecho esto?(interrumpió con tono amenazante)
- Hemos discutido y…
- ¿Qué habéis discutido? Joder Alicia, tienes un ojo morado ¿Qué puta discusión es esa?
- Lo siento, no debería haber venido. (argumentó ella levantándose)
- Siéntate y cuéntame. (ordenó sujetándola de un brazo)
- Suéltame.
- He dicho que te sientes, esto no va a quedar así.
- Vale, pero tranquilízate.
- Venga, nos sentaremos y me dirás que ha pasado.
- Pues poco hay que decir, ha sido una discusión y no sé ni cómo ha pasado esto, me golpeó y me fui de casa. No sabía que más hacer.
- ¿Y has pensado que aquí estarías segura?
- Supongo que sí, no sé.
- Pues tendré que visitarlo.
- No, no por favor Roberto.
- ¿Cómo que no? ¿pero te has visto?
- Bueno, me iré a casa mejor.
- Ni hablar, tú te quedas aquí y yo volveré en un rato.
- No, Roberto.
- ¿Quieres venir conmigo?
- No, quiero que no hagas nada, si he venido aquí contigo es porque no sabía lo que hacer.
- Pues yo si lo sé.
- No, por favor. Tranquilízate.
- Estoy tranquilo, tranquilízate tu mejor.
- Por favor Roberto.
- Vale, nos quedaremos aquí. Estaba haciendo la cena, terminaré y cenaremos juntos. Tú mientras date una ducha caliente y ponte mi pijama mismo.
- No te largues mientras estoy en la ducha que te conozco.
- Si, parece que sí que me conoces…
- Roberto…
- No iré a ningún lado, haré la cena y nos quedaremos aquí.
- Vale.
- Puedes dormir aquí si quieres.
- Gracias.
- Yo dormiré en el sofá.
- No te molestes, duermo contigo en la cama si no te importa, me siento más segura y más aún tras lo ocurrido.
- ¿Seguro que quieres dormir a mi lado?
- Total, si no tienes nada que no haya visto ya ¿no?
- No estaría yo tan seguro…
- ¿A qué te refieres?
- A nada, vete a ducharte y mientras pondré la mesa.
- Vale, gracias de nuevo.
Alicia se metió en la ducha mientras Roberto hacía la cena y pensaba en lo ocurrido, su cara de enfado no cambió en todo el rato, se sentía intranquilo y muy agresivo pero en cuanto ella saliera tendría que disimularlo. Puso mientras la mesa y lo preparó todo para cenar los dos juntos.
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