Llegaron a su casa, había tormenta, llovía fuertemente y se iluminaba de vez en cuando el cielo con los truenos que rompían con su estruendo entre el sonido del viento y el agua. Alicia se quedó en el coche, Roberto bajó y se dirigió decidido hacia la puerta sin siquiera cubrirse la cabeza. Tocó al timbre y apareció Luis entreabriendo la puerta asomando levemente la cabeza. En ese justo momento Roberto empujó la puerta con fuerza golpeado en la nariz a Luis que retrocedió con las manos en la cara. Roberto irrumpió en el pasillo de entrada de la casa y se lanzó hacia él propinándole una patada en los testículos. Tras eso Luis cayó al suelo y Roberto sin mediar palabra se echó encima y comenzó a golpearle la cabeza con los puños. La sangre salpicaba el suelo y la cara de Roberto. Alicia se había bajado del coche y corrió hasta la casa para separarlos gritando.
- ¡Roberto, que lo vas a matar!(gritaba repitiéndolo hasta que llegó a separarlo)
- ¡Déjame cojones!
- Levántate de encima.
- ¿Lo vas a proteger ahora? (preguntó levantándose de encima de Luis)
- No, pero déjalo ya. (dijo agachándose para ver al herido)
- Hijo de puta.(balbuceó Luis)
- ¡Te avisé de que la cuidaras bien, maldito gilipollas! (gritó Roberto mientras le pateaba la cabeza a Luis)
- ¡Roberto, vale ya! (gritó Alicia empujándolo para separarlo)
- Si, vuelve a abrir la boca lo mato.
- Cabrón de…(dijo Luis intentando incorporarse)
- Cállate imbécil. (gritó Roberto dando un pisotón en el pecho de Luis)
- ¡Para ya! (ordenó Alicia interponiéndose)
- ¡Si la vuelves a tocar te mataré jodido hijo de puta! (gritó Roberto a Luis)
- Y encima tú lo proteges…
- No, Roberto yo…
- ¿Tú qué? (interrumpió)
- Yo no te reconozco, no pareces el mismo.
- Ya no sabes ni lo que haces ni lo que dices.
- Nunca te había visto tan agresivo, si no te paro eres capaz de matarlo.
- Me largo. (dijo tras una pausa silenciosa)
Roberto se giró enérgicamente y se fue sin responder nada más, era verdad que nunca había tenido tal agresividad pero era lo que ahora sentía intensamente. Salió de la casa dando un portazo y sin mirar atrás, dejando a Luis tirado en el suelo y Alicia intentando ayudarlo a levantarse. El viento seguía soplando fuerte y la llovía sin cesar, anduvo decidido y rápido hacia su auto, se pasó la mano por la cara para quitarse la sangre que le había salpicado, la lluvia caía intensamente y le empampó más aún la ropa y el pelo, el agua goteaba por su cara arrastrando los restos de sangre salpicada y aún se veía la furia en sus ojos. Se montó en el coche y sin siquiera secarse la cara, el agua le goteaba por la barbilla y el pelo, puso el auto en marcha y se fue de allí.
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